Todo el departamento de Ica ha estado en algún momento de la vida de la tierra sumergido bajo el mar. Esto le da a su tierra sus excelentes propiedades para la agroindustria.
Pero el distrito de Santiago y el distrito de Ocucaje son particularmente interesantes, ya que su historia geológica es tangible. En su desierto se pueden encontrar no sólo fósiles de ballenas o tiburones, sino toda las épocas de su existencia guardadas en los estratos de las rocas.
Por dichos distritos pasa y desemboca el Rio Ica, el cual ha cavado por el paso de los eones bellos paisajes, que aun en temporada seca mantiene su vegetación y encanto.
En el 2009 se hizo público un nuevo atractivo de esta zona por un reportaje de un canal local: una vertiente del río Ica, que ahora está seco, cavó en la tierra un pequeño cañón.
El 10 de julio del 2011, un grupo de personas de la Asociación de Promoción Turística y Cultural de Ocucaje, al intentar llegar al cañón, se perdieron por varias horas, y de ahí lo bautizaron como El Cañón de los Perdidos.
Hace unas semanas, mi amigo Bryam y yo nos propusimos perdernos hasta encontrarlo 😀 . Con Google Maps en la mano, y después de 6 horas de divagar por los desiertos de Ocucaje y Santiago (y tomar docenas de fotos a cada piedra o ave que encontramos), llegamos a esta pequeña maravilla natural.
Está a aproximadamente 82km de camino desde el centro de Ica. La mayor parte es trocha, pero transitable. Bryam ha hecho un mapa del camino en su página de Destinos Ica. El cañón debe tener unos 2km de largo, y unos 100 metros de profundidad en su inicio. Al final de él, la pendiente es menos pronunciada, y se puede bajar.
El final del cañón tiene una mini-cascada seca, que le llaman La Cara del Puma, y debajo hay un pequeño pozo de agua estancada.
El lugar tiene su encanto, aunque más me gustó las 6 horas perdidas en el desierto 🙂